Llegado un punto de mi vida en el cual, a veces, me es más fácil anteponer preocupaciones y quehaceres que lo que a mí misma concierne.
Llegado un punto en el que todo lo vea negro y me sienta agobiada, angustiada, triste, derrotada.
Llegado un punto tal que compare la búsqueda de mi felicidad a la del Santo Grial.
Llegado un punto de mi vida en el que a veces desee salir corriendo para poder disfrutar sólo de mis propios éxitos o errores, cosa que sí controlo.
Llegado un punto en el que otorgue contínuamente la razón a un sinfín de refranes.
Llegado un punto tal que, en algunos momentos, sienta la necesidad de preocuparme sólo de actuar por cuenta propia...
Llegados tales puntos, y más, me reconforta poder sentir la necesidad de tirar para adelante, pase lo que pase.
Es entonces cuando la voz de mi conciencia me anina y me aconseja que me tome mi TIEMPO, que haga de mi capa un sayo y me ponga el mundo por montera
Es justo y necesario.
Llegados tales puntos, y más, me reconforta poder sentir la necesidad de tirar para adelante, pase lo que pase.
Es entonces cuando la voz de mi conciencia me anina y me aconseja que me tome mi TIEMPO, que haga de mi capa un sayo y me ponga el mundo por montera
Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario... para sobrevivir.
y sólo si consigo tomarme mi tiempo, me siento fortalecida y reconfortada
y sólo si consigo tomarme mi tiempo, me siento fortalecida y reconfortada
(Imagen. blogs.ya.com)